Tu cuerpo es a la vez material e inmaterial. Puedes optar por experimentar tu cuerpo como físico o como una red de energía, transformación e inteligencia. Tu cuerpo, tu mente y el universo están en constante cambio dinámico; el detener la circulación de la energía es como detener el flujo de la sangre. Deepak Chopra
En un cuerpo sano la energía circula de forma libre en cada una de sus partes en respuesta a lo que se experimenta. Un cuerpo alterado revela un desequilibrio que se manifiesta a través de unas disfunciones o algunos trastornos que atestiguan la presencia de una o varias perturbaciones (bloqueos, obstrucciones, cortes vibratorios...) en el campo energético.
Varias cosas pueden afectar el fluir de nuestra energía: la propia personalidad o mentalidad,
las actitudes emocionales, pensamientos, sentimientos, así como las creencias, los condicionamientos, la alimentación, etc. Según como nos relacionemos con estos aspectos vitales, la propia vibración se verá afectada, tornándose “disonante”, caótica, conflictiva…
Varias cosas pueden afectar el fluir de nuestra energía: la propia personalidad o mentalidad,
las actitudes emocionales, pensamientos, sentimientos, así como las creencias, los condicionamientos, la alimentación, etc. Según como nos relacionemos con estos aspectos vitales, la propia vibración se verá afectada, tornándose “disonante”, caótica, conflictiva…
Un desequilibrio en los cuerpos sutiles – o campo energético – suele generar un desgaste proporcional en lo físico, lo emocional y lo mental. Esto se debe a la confusión, la falta de claridad y objetividad que genera, – entre otras cosas –, que impiden encontrar unas soluciones adecuadas desprovistas de reactividad frente a lo que sucede dentro y fuera. Si no se remedia se termina por agotar la fuerza vital y la capacidad de resiliencia.
Un desequilibrio en los cuerpos sutiles – o
campo energético – suele generar un desgaste proporcional en lo físico, lo emocional y lo mental. Esto se debe a la confusión, la falta de claridad y objetividad que genera, – entre otras cosas –, que impiden encontrar unas soluciones adecuadas desprovistas de reactividad frente a lo que sucede dentro y fuera. Si no se remedia se termina por agotar la fuerza vital y la capacidad de resiliencia.
Las alteraciones en el plano corporal, mental, emocional y en los planos más sutiles impiden un “vivirse” con armonía pleno. Para resolver cualquier disfunción en estos planos hace falta movilizar y reajustar la energía donde se ha visto alterada, trabada, cristalizada.., a fin de que se regule. Luego es preciso equilibrar dichos planos entre sí para mantener un estado de salud “global”, o para facilitar una mejor gestión de las “problemáticas” personales que necesitan más tiempo para resolverse y sellarse. Esto es el rol que desempeña un “facilitador” – o “canalizador de energía” –, cuando se debilitó o desactivó la capacidad individual de auto regulación o de sanación.
Las alteraciones en el plano corporal, mental, emocional y en los planos más sutiles impiden un “vivirse” con armonía pleno. Para resolver cualquier disfunción en estos planos hace falta movilizar y reajustar la energía donde se ha visto alterada, trabada, cristalizada.., a fin de que se regule. Luego es preciso equilibrar dichos planos entre sí para mantener un estado de salud “global”, o para facilitar una mejor gestión de las “problemáticas” personales que necesitan más tiempo para resolverse y sellarse. Esto es el rol que desempeña un “facilitador” – o “canalizador de energía” –, cuando se debilitó o desactivó la capacidad individual de auto regulación o de sanación.
A menudo, cuando nos pasa algo molesto o doloroso que nos desestabiliza, los “para qué” y los "cómo" relativos a lo que sucede no se perciben con claridad. Al armonizar el campo energético (aura), el origen y las causas de los trastornos personales se revelan con más facilidad dando un sentido más amplio y objetivo a lo que se vive. Tener acceso a una comprensión más completa de lo que se experimenta y poder mirar lo que nos ocurre con más consciencia y ecuanimidad propicia aceptación, cese de la dualidad, las resistencias y luchas internas, aligerando y haciendo más llevables las dificultades que se atraviesan. Así, las enseñanzas que conlleva cualquier proceso personal se evidencian y, por consecuencia, aparecen soluciones y perspectivas permitiendo una resolución de los asuntos pendientes más serena.
energéticos en tus meridianos, "limpiar” y armonizar tu campo áurico para potenciar el flujo de tu energía.
karmicos, vidas pasadas...)
serenidad y objetividad, brindando un sentido más amplio a lo que experimentas.
cuerpo y tu corazón.
.
equilibrar tu energía en cualquier momento.
dualidad, pase lo que pase dentro o fuera.
cuerpo y tu corazón.
.
cortes energéticos en tus meridianos, "limpiar” y armonizar tu campo áurico para potenciar el flujo de tu energía.
recuerdos karmicos, vidas pasadas...)